PRIMERA NOCHE

Y te llamé princesa minutos antes de ser desflorada, Tu cabeza y tu cuerpo esculpí y los seguía en el grito, desde lejos aún sin verlos, procurando algo más que el roce de los labios. El rojo de tu sangre se fundió en mi piel cuando asomó el espasmo, el hueso roto, tu, dividida en dos, sin apenas pensarlo, yo, asegurando lo que nadie mas aseguraría. Fuiste mía, tu primera noche de profundidades me pertenecía, mientras cobijabas tus ojos en mí huyendo del miedo. Buscamos el contacto después de la ruptura, bebimos del azar la imperfección del momento, Fuimos el goce delante del espejo aún sin vernos.