HECHICERA

Hechicera, emerge de los lagos que caben en mis manos,
esos que agrupo para diluir tu encanto antes de besar
tus labios guerreros.

Emerge con ganas y deseos de tocarme,
resurge feliz y remueve las simientes
de las ausencias pasadas.

Yo te ofrezco mi rabia dulce mi lecho de estrellas,
mis sábanas mágicas para guardar tu olor de selvas
en los amaneceres desnudos.

Hechicera, ama de los derrumbes,
arquitecta en las mitades donde gritan los delirios,
hecatombe promoviendo temblores en las legiones
desprotegidas de mi cuerpo bajo tu cuerpo.

Busca en mis valles la cruz de las caricias necesarias
y reza un antojo sobre su línea recta,
yo cerraré los ojos cuando descienda su esplendor,
y palpiten mis músculos reducidos en tu lengua.