¡Quién fuera la rosa! haría un oasis de pétalos resbaladizos en tu ombligo. Bajaría a tu jardín y allí sembraría mi tallo después de cortar las espinas. Con pronta lentitud lo cubriría completo sin dejar un vestigio de su corteza afuera. Y así, desvistiéndolo, como se desviste una banana: regaría el perfume cuando enmudezcan de placer las raíces. ¡Quién fuera hielo para evaporarme en su tierra fertilizada por la locura cuando el vapor de sus entrañas me consuma !
2 comentarios:
! QUE MARAVILLA !...
SIEMPRE TE HE DICHO QUE ESCRIBES MARAVILLOSAMENTE.
Y HOY TENGO QUE REPETIRTELO DE NUEVO...
SIGUEEEEEE....ME ENCANTAS !!
Claro que seguiré,mientras tenga alma,tendré poesía.Besotes Becky.TQM.
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